domingo, 15 de agosto de 2021

A lion still has claws

Quería escribirte muchas cosas por si mañana fuera tarde.

Quería escribirte que te he querido mucho y que, de verdad, estaré ahí ocurra lo que ocurra. Cataclismos, batallas, huracanes. Siempre sabré cómo te gusta la cerveza y qué libro escribe los relatos cortos que más te gustan. Que no necesitarás dos llamadas para encontrarme, que seguiremos escuchando las mismas canciones y que sabré que, cuando cierras los ojos cantando, estás pensando solo en ti.

De verdad, pase lo que pase, nos guardamos todos esos recuerdos que hemos construido y que saben a ron y que saben a momentos que se terminan sin que nos demos cuenta. Que seguiremos entonando canciones de historias, siendo hermanos. Siendo niños perdidos disfrazados de guerreros.

Quería que no te olvidaras, por mucho tiempo que pase, de que enterraré contigo todos los cadáveres que hagan falta y que seguiré poniéndome triste los viernes por la tarde y que lloraré en los lugares adecuados. Esos lugares en los que para ti existirá un momento caótico donde volcar tus intestinos, un lugar en el que podrás permanecer. Gastarte, deshacerte y juntar en montones ordenados todo lo que te conforma. Canciones, fotografías, caídas, desventuras. Necesitaras pensar que los días no pasan tan rápido y también que no son tan repetitivos. Tendrás armas nuevas para librar viejas batallas. 

Quería escribirte que lo mejor recién esta por asomarse, aún tendremos muchos más relatos que compartir y aprender, habrá personas que te cuenten historias y tendrás que escucharlas. Te sentirás obligado a dejar algo de ti mismo en todo aquello que tocaras y que, cuando pase a otra persona, quede un eco tuyo, un fantasma. Deberás seguir sin ponerte nombre para no limitar tus alas y perderte en más lugares de los debidos, pero no olvidarte del tuyo.

 


 

Se anulan

Ella iba sola, ya iba honda, de lo sola, mar era. Mal o soledad no había; y así, rara rosa, con él obra. Nueva ave, un árbol en ocaso, rara ...