domingo, 12 de noviembre de 2017

Dulce transición

Se conocieron en el umbral de la puerta a una habitación que para ella fue desidia y para él infierno, y cuenta la historia que mientras ella intentaba convencerlo de que de las cenizas se renace, él tenía problemas para aceptar que no hay mal que cien años dure. 

Y nunca fue necesaria una condena tan larga para que sus caminos se intercalasen de maneras complejas e intrincadas, sin permitir que se olviden pero tampoco que disfruten del sabor del otro en la boca.

Así que al final, el miedo intentó convencerles de que él siempre vence, de que era una historia de amor, pero claramente, no una con final feliz.
Pero no es ningún secreto que es el tiempo, y no el miedo, quien escribe los finales. 

jueves, 4 de mayo de 2017

Acorazada

Hoy estabas preciosa
y estabas helada
y por mucho que yo te hiciera el amor
no iba conseguir sacudir
toda esa escarcha que llevabas dentro.

Pasa que hay personas que llevan en la risa
el inicio del verano y su candidez despreocupada,
pasa que hay otoños
que se instalan en las manos de algunos
con esa suave caricia
que sabe a ocre y a sándalo y a vino.

Pasa que la primavera
se anuda en los rizos
y llena las sonrisas de flores
de cantos de pájaros
y de fruta fresca.

Pero tú tenías el invierno
clavado en el corazón
helada y terrible y acorazada
con esa luz
hermosa e irisada
que no hace otra cosa
que llenarte también de frío.

Y yo no llevaba abrigo.


domingo, 9 de abril de 2017

Y un día amaneció

Y de repente, anochece.
Y había amanecido y la vida había despertado, aún tímida y asustada y los colores inundaban las calles y se veían miradas sorprendidas tras las ventanas de los bares y los parabrisas de los coches con eternas luces de cruce.

Y aquel que tenía miedo a la oscuridad observaba la panorámica con los ojos brillantes y la ilusión reflejada en su rostro y pensaba que podría salir y vivir y que ahora las cosas iban a ser distintas.
Pero la noche cae y ya no queda nada de eso. E imagínense, imagínense el caos, la tristeza, la decepción, imagínense la incertidumbre y el miedo. La oscuridad lo rodea todo de nuevo y nadie sabe si el sol volverá a salir y los coches vuelven a llevar luces de cruce y los que tienen miedo a la oscuridad vuelven a esconderse bajo sus sábanas.
Y se oyen voces que se preguntan qué va a ocurrir ahora, si amanecerá de nuevo, si la noche terminará algún día. Y suena tras las calles un lamento sordo que se pregunta por qué todo ha vuelto a ser como antes.

Pero nada es como antes.
Porque de repente, anochece.
Pero ya nadie olvida que, una vez, amaneció.


martes, 14 de febrero de 2017

No es por nada

Si te preguntan por mí, diles que lo hice. Que lo conseguí, que ni los gritos, ni el dolor, ni el miedo, consiguieron pararme. Diles que lo lograron. Que las heridas fueron muchas y profundas, y que a veces, ni siquiera distinguía el final de una del principio de la siguiente. Diles que perdí los zapatos, la cabeza. La fe. Me perdí a mí mismo, y eso fue como perderlo todo.
Diles que hubo momentos en los que de verdad creí que habían ganado.
Pero diles también que al final fue la esperanza lo que ganó. Diles que las heridas cerraron y las lágrimas dejaron de caer y que sobreviví. Que me hice fuerte, y valiente, y que jamás voy a dejar que vuelva a pasarme lo mismo.
Si te preguntan por mí, dales este mensaje de mi parte. Si te preguntan por mí, cuéntales lo que quieras, porque lo que sepan, lo que piensen o lo que digan de mí; ya no importa.
Diles que hubo momentos en los que de verdad creí que habían ganado.
Pero sobre todo,
diles que no voy a volver jamás.


jueves, 9 de febrero de 2017

Espectando la realidad

La sensación de estar en ese lugar y ponerse a pensar en cuantas chicas con el corazón destruido han visto perderse en la noche, cuantos muchachos con hambre han recorrido las calles en un invierno helado.

Solo quería irme a casa, porque tampoco me importan los fantasmas de los demás, ni cuando maduré, ni aquella vez que bebí con ron y cerveza y terminé muy mal en el water de mi casa.

Ella no sabe de lo mal que me encuentro, aunque siempre le sonrío para aparentar estar bien. Ella no sabe, ni tampoco le importa, si esa noche me voy a embriagar otra vez y con quien tendré sexo, pero me da la sensación de que piensa que soy un idiota y que debería actuar como una persona de mi edad y no como un chiquillo. 

No sé si sabe que estoy cansado y no sé si sabe que mi frialdad es natural y no forzada. A lo mejor piensa en la crisis mundial o el calentamiento global y sabe a ciencia cierta que estoy así de perdido. Pero no pasa nada. Deseo volver a casa temprano y tener a alguien a quien abrazar esta tarde y a quien besar por la noche. Espero que no haya hecho nada malo. 

viernes, 13 de enero de 2017

Quizá mañana...

La mujer que hizo catástrofes
su nombre vale mucho
desde todas las horas que alguien
no durmió pensando en ella,
hasta todos los "recuerdos" que has creado
sin saberlo
en la cabeza de otra persona.
Algunos piensan que no fue tan grave
pero todos ellos sabían lo que había logrado
destruir las esperanzas
usarlos en su juego y acabarlos en su miseria.
Lo único que ella quería era algo real
solo buscaba aquello que trascienda lo sexual
y alcance emociones intensas,
un compromiso.

Se anulan

Ella iba sola, ya iba honda, de lo sola, mar era. Mal o soledad no había; y así, rara rosa, con él obra. Nueva ave, un árbol en ocaso, rara ...